EROSIÓN COSTERA, DIAGNÓSTICO, ESTRATEGIAS DE CONTROL  Y MITIGACIÓN, POLÍTICAS RELACIONADAS

Presentado Por Martha Eddy Arteaga

Coordinadora de Riesgo, Información y Participación Comunitaria

Dirección De Asuntos Marinos, Costeros y Recursos Acuáticos

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Corresponde al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible “hacer evaluación, seguimiento y control de los factores de riesgo ecológico y de los que puedan incidir en la ocurrencia de desastres naturales y coordinar con las demás autoridades las acciones tendientes a prevenir la emergencia o a impedir la extensión de sus efectos” (artículo 5 de la Ley 99 de 1993).

 

Bajo esta premisa, formuló y estructuró con el INVEMAR un programa nacional para el control y la mitigación de la erosión costera en Colombia, para orientar la gestión del riesgo marino costero en un horizonte a corto plazo de 20 años, encaminar las acciones de mitigación y control, coordinar los actores que intervienen desde el ámbito de gestión, investigación y uso del territorio y maximizar los recursos dispuestos para garantizar un nivel de seguridad de las poblaciones y ecosistemas marinos y costeros ante la amenaza creciente de la erosión costera.

 

Presenta una estructura presidida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible –MADS- con el apoyo del IDEAM para los aspectos climáticos, DIMAR en los aspectos oceanográficos y de jurisdicción de las áreas litorales de uso público, Servicio Geológico Colombiano como responsable de la Geología del país y el IGAC de la cartografía. Las CAR costeras e institutos de investigación, como miembros del SINA, y las instituciones de educación superior con intereses en la zona marina costera son parte fundamental en la ejecución de este plan y la comunidad como beneficiaria y directamente afectada.

 

Los “Lineamientos para la Formulación del Plan Nacional de Manejo Integrado de Zonas Costeras –PNMIZC” (CCO, 2007) presenta los avances en la implementación de los programas MIZC en Colombia, que son la base sobre la cual se construyen los programas de manejo y control de la erosión. La gran mayoría de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) han avanzado en los estudios de las UAC costeras, en materias de caracterización y diagnóstico, zonificación, lineamientos de manejo e incluso planes de manejo. Las estructuras administrativas y de manejo se han establecido y localmente se han adelantado actividades de implementación.

 

El Diagnóstico Ecológico de las Zonas Marino Costeras (MADS-JAM ING. 2014) y los diagnósticos de los procesos erosivos de Caribe, Pacífico y zonas insulares (INVEMAR, 2008, 2009, 2011), muestran un panorama del avance acelerado de los procesos erosivos costeros y la afectación de los ecosistemas y las poblaciones allí asentadas. El uso indebido del territorio costero ha incrementado el efecto del cambio climático, incluido el aumento del nivel del mar, y el control, en manos muchas veces inexpertas y sin la información relevante suficiente, ha ocasionado el desequilibrio de la dinámica costera y con ello la pérdida de playas, dunas, manglares, lagunas costeras, formaciones coralinas entre otros, así como de infraestructura urbana y de servicios. A esta situación es a la que se ha venido enfrentando el sistema, mitigando las situaciones más urgentes, pero sin un plan o estructura guía que permita optimizar los procesos y los recursos existentes.

 

Para Colombia, el documento base para la elaboración de la Política Nacional de Ordenamiento Integrado de las Zonas Costeras Colombianas, definió la zona costera colombiana “como una entidad geográfica del territorio nacional definida y separada con características naturales, demográficas, sociales, económicas y culturales propias y específicas; formada por una franja de anchura variable de tierra firme y espacio marítimo en donde se presentan procesos de interacción entre el mar y la tierra”. Los límites para la zona costera colombiana engloban el 100% de la cobertura de manglar y bosques de transición, así como las lagunas costeras hasta la cota máxima de nivel de la orilla, los terrenos emergidos de unidades de reserva y los centros urbanos costeros, comprendidos en una zona de amortiguamiento de 2 km. En el mar, el límite llega hasta las 12 millas náuticas o la isóbata de los 200 m, lo que ocurra primero.

 

Muchas regiones costeras ya experimentan los efectos de la erosión costera por el ascenso relativo del nivel del mar, causado por el cambio climático, el hundimiento geológico de terrenos u otros factores locales o inducidos por el hombre.En el caso de Colombia, este fenómeno que se ha evidenciado fuertemente en las últimas décadas, se ha venido estudiando por parte de las instituciones involucradas en el manejo integrado de las zonas costeras de nuestro país, con el fin de prevenir y mitigar su efectos (INVEMAR-MADS, 2012).Se estima que un 30% de las costas del país están registrando procesos importantes de erosión costera.

 

Además de los diagnósticos de la erosión costera publicados por el Invemar (2008, 2009 y 2011), la mayor parte de las instituciones que conforman el SINA han abordado la problemática de la erosión costera a partir de la realización de diagnósticos específicos para sus áreas de jurisdicción. Por tal motivo actualmente se cuenta con información de más detalle de los sectores con erosión costera, los factores que contribuyen a la misma y su afectación a las comunidades, infraestructura y ecosistemas.

 

Los desarrollos urbanos a lo largo de las zonas costeras del país han incrementado con respecto a los años 60-70 del orden del 40% en promedio para ciudades y del 20% en las zonas rurales. A esta situación se aúna la explotación ilegal de arenas de las playas y zonas submareales y la extracción de rocas de los acantilados y puntas duras como fuentes de materiales en la construcción urbana y de servicios. La tala del mangle para usos varios, la remoción de los pastos marinos para comodidad de los turistas y la degradación de los arrecifes coralinos por labores de pesca y venta de suvenires son aún actividades que se llevan a cabo en nuestras zonas costeras.

 

Las zonas de mangle han y están siendo deforestadas para dar lugar a llenos antrópicos para infraestructura turística o para implantación de cultivos. Proliferan los puertos y muelles de cargue de mercancías a granel, principalmente carbón en la costa del Caribe; zonas de vivienda dispersa están siendo densificadas y orientadas a la explotación turística. Se han incrementado las estructuras de protección costera, principalmente de tipo obras duras como espolones de forma exponencial con la urbanización de los litorales y los cambios del uso del suelo en general, sin que se estime el impacto ambiental de las mismas y el mayor desequilibrio al que se induce al ecosistema costero.

 

Todo lo anterior bajo un escenario de cambio climático, con aumento en el nivel del mar, de la intensidad y frecuencia de las tormentas y de los patrones de precipitaciones, contribuye a acelerar la destrucción y daño de la propiedad y la infraestructura costera, la degradación de ecosistemas protectores, pérdida de playas, entre otros.

 

 

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha estado trabajando con las entidades del SINA en la adopción de medidas más apropiadas basadas en ecosistemas con el principio de trabajar con la naturaleza, y que dependen de las condiciones técnicas, ambientales, sociales y económicas de la zona donde se localiza el problema. De la mano del Gobierno de los Países Bajos actualmente está realizando el Plan Maestro de la Erosión Costera de Colombia, que permitirá concretar iniciativas en este sentido.La implementación de medidas de mitigación y control de la erosión costera basada en los procesos naturales, la adaptación basada en ecosistemas, permitirá que haya cambios costeros naturales, mientras se reducen los riesgos.

 

 

 

 

 

 Los factores que han contribuido al aumento de la erosión costera:

Incremento de la población en zonas urbanas

Uso de arenas y otros materiales de las playas y costas rocosas

Tala del bosque de manglar y vegetación de playas y dunas.

Construcción de obras ilegales

Cambio climático global:  degradación de los ecosistemas, salinización de los acuíferos retroceso de la línea de costa, fenómenos climáticos extremos y aumento en el nivel del mar. 

Adopción de medidas basadas en el conocimiento de la naturaleza:

Apertura de canales naturales,

Revegetalizacion de playas,

Restauración de manglares.

Otras medidas:

Manejo integrado de la zona costera

Restauración del transporte natural de sedimentos

Reutilización del material de dragado

Consolidar el ordenamiento integrado de zonas costeras, incorporando la gestión del riesgo de los litorales

Regeneración de playas

Rehabilitación de manglares

Remodelación de acantilados

 

 

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