Buenas Prácticas en Manejo de Erosión

Autor :

Pablo A. Garcia-Chevesich, Ph. D. Instituto Forestal de Chile / University of Arizona

Julie Etra, CPESC. Western Botanical Services

A pesar de que la erosión es un proceso natural, esta se convierte en un problema cuando las actividades humanas hacen que se produzca a tasas más altas de lo normal.

A medida que la población mundial continúa creciendo, nuestros suelos se están erosionando a tasas 10 a 40 veces más altas que las de la formación del suelo natural. la vegetación y la Hojarasca, o materia orgánica en descomposición, es lo que protege los suelos de la erosión.

Sin embargo, cuando está cubierta es eliminada a través de la deforestación, el sobrepastoreo, las actividades de construcción, o un incendio, entre otros, la erosión del suelo se acelera enormemente.

En ambientes áridos como Arizona, alrededor del 95% de los proyectos de control de la erosión basados en la vegetación fallan y miles de dólares se pierden debido a la implementación de metodologías inapropiadas, sin mencionar las violaciones del Clean Water Act, o Ley de Agua Limpia, de Estados Unidos.

La experiencia nos enseña que, a menos que uno trabaje bajo los límites de las condiciones climáticas locales y aplique técnicas de recolección de agua de lluvia, la estabilización de taludes en estos ambientes se debiese basar en soluciones estructurales, por lo menos hasta que la vegetación típica nativa y adaptada se haya establecido.

Buenos ejemplos de soluciones estructurales son la grava y las escolleras, ya que estas facilitan la infiltración del agua y el establecimiento de la planta.

Buenos ejemplos de soluciones estructurales son la grava y las escolleras, ya que estas facilitan la infiltración del agua y el establecimiento de la planta

Los biorrollos disminuyen la velocidad de la escorrentía superficial, mientras que los sedimentos son mantenidos en su lugar mediante el uso de otras técnicas de control de la erosión, tales como las biomantas o la hidrosiembra, entre otros. 

Un error típico es lainstalación de biorrollos en climas secos (figura1), con la intención de «atrapar» el sedimento y, por tanto, evitar que los sedimentos lleguen a los curos de agua.

 

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