PRÁCTICAS Y OBRAS PARA EL CONTROL DE EROSIÓN EN LA CUENCA DEL LAGO DE PÁTZCUARO, MÉXICO

Autores:

M.Sc. Raúl Medina Mendoza1 . M.C. Pedro Rivera Ruíz1 . Mc. Héctor G. Cortés Torres1 . Ing. Manuel Gutierrez Castillo2 

1 Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. raul.medina.mendoza@gmail.com

2 Comisión Forestal de Michoacán

RESUMEN

Los recursos naturales en la cuenca del Lago de Pátzcuaro se han visto reducidos y afectados por un mal manejo de los mismos, al grado que en muchas áreas, los bosques han desaparecido y con ello se inicia un proceso de degradación de los suelos, manifestada como erosión hídrica, eólica, compactación pérdida de carbono orgánico. La explotación desordenada de los recursos, ha dado como resultado la contaminación del agua, suelo y aire; así como la perdida de especies silvestres de flora y fauna, además se agrava la pobreza y marginación de los pobladores rurales, los que se ven obligados a emigrar a los grandes centros urbanos. Desde el año 2004 y de forma participativa con los productores se seleccionaron las prácticas y obras más sencillas y eficientes de aplicar utilizando a la microcuenca como unidad de intervención. Así, en las cárcavas aportadoras de azolves, se han construido 533 obras equivalentes a 6,387 m3 tanto de represas de geocostales, piedra acomodada y gaviones, mismas que han retenido aproximadamente 83,031 m3 de azolves, mismos que antes iban a parar a los canales de zonas agrícolas de riego y al lago mismo.; se han reforestado 191.6 km de cercos vivos en linderos agropecuarios con especies de uso múltiple; 12.6 km en riberas de cauces y 10,000 estacas de “jara lisa”, 38,700 hijuelos de pasto Vetiver, para estabilización de taludes de cárcavas; a nivel de traspatio se han plantado 3,000 frutales para el huerto familiar; se construyeron 50 km de zanjas de infiltración, con lo cual se han logrado infiltrar  más de 37,500 m3 de agua de lluvia, beneficiando la recarga de manantiales y el acuífero. La estrategia de trabajo empleada ha permitido una participación activa y responsable por los productores y se han podido generar tanto los beneficios ambientales señalados, como impactos a la economía de la región, con la generación de más de 47,000 jornales directos como empleo temporal para los productores de la cuenca. 

 

Utilizando el método de “cuencas pareadas” se instrumentaron dos microcuencas con vertedores tipo Parshall con aparatos para envío de datos por telemetría, así como sensores para medir entradas (pluviómetro digital para las lluvias) y salidas (medidor de flujo para escurrimientos, y colecta directa de azolves en los cauces).Los resultados obtenidos en el primer año de medición indican una tendencia de reducciones tanto en producción de agua como en producción de azolves del orden del 500% comparativamente con microcuencas donde no se han implementado prácticas y obras para el control de la erosión.

 

 

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